sábado, 5 de diciembre de 2009

Comprando una blackberry


¿Es que usted no tiene blackberry?, fue la pregunta de un amigo (Sigueñal, para efectos de este escrito) forestal de la nacho al tiempo que me mostraba su lujosa pocket mail. Al son de una cerveza Pilsen, mi amigo me contaba todas las bondades de tener una blackberry y me decía que le parecía inaudito que mi empresa no me patrocinara una. Mi empresa, argumentaba Sigueñal, nos da todo el bienestar posible: un plan de muchos minutos, una pocket mail y un plan de datos, nosotros somos una empresa muy ejecutiva complementó.

Mientras yo pasaba el trago amargo no sé si de la cerveza o de la frustración de no tener una blackberry, empezarón a pasar muchas cosas por mi cabeza. La compraré, fue el comentario que le hice a mi otro YO. Es que yo también quiero ser ejecutivo, eso de tener una blackberry es bien PLAY y pues yo quiero ser PLAY. Quiero que la próxima vez que hable con mis amigos digan: marica, que black berry tan chimba. Eso sin duda me dará status y una revelación indirecta de lo bien que me vá, no hay mas que pensar me dije - compraré una blackberry-.

Dicho y hecho, al día siguiente le dije a la persona encargada de las comunicaciones de mi empresa que quería una blackberry, que eso me hacía ver mas ejecutivo y que la ocasión lo ameritaba, había llegado la hora y diciembre la excusa perfecta. Güebon: ¿que blackberry quíere?, me preguntó el compañero delegado para la tarea de comparar equipos de computo y comunicaciones en mi empresa. Ups. - le respondí-. Yo no sé de eso, pero quiero una bien bacana pero barata y que no me toque pagar mucho de mensualidades. El objetivo de la blackberry es verme como ejecutivo, no importa que no tenga mucho minutos, lo importante es que se me vea bien, concluí. Pero tenga en cuenta, que no sea tan cara, yo no tengo plata para pagar algo tan costoso.

Después de un análisis exhaustivo del mercado, llegamos a la conclusión: no puedo pagar una blackberry, o por lo menos no sin dejar de pagar arriendo, servicios o mercado. Si señores, no puedo pagar la blackberry, eso de ser ejecutivo tendrá que esperar. Por el momento seguiré con mi flecha de Nokia y esperar que no tenga que sacarla cuando vuelva a tomar cerveza con mi amigo de la U. Que oso, yo no quiero volverlo a pasar.

2 comentarios:

Alexander Tamayo dijo...

Eso de los celulares es todo un cuento. Hoy en día todo el mundo tiene blackberry, iphone o célulares muy costosos. Lo más chistoso es que muchas veces no tienen ni minutos, ni plan de datos.

Pero ante todo hay que mostrarse como ejecutivo.

Anónimo dijo...

El Blackberry que la mayoría tenemos también es una flecha. Cómprelo cuando lo necesite, es bastante útil, pero tampoco se acaba el mundo si no se tiene uno.

Otra cosa, se ve muy charra la gente que tiene ese aparato y ni siquiera lo sabe usar, sólo mostrar.